¿Qué tan consentido está tu perrito?

Amar a un perrito resulta algo tan natural, intuitivo y tan fácil de hacer, que, sin darnos cuenta, podemos expresar ese amor de diversas maneras; sin embargo, algunas no son las correctas ya que podemos llegar a humanizar a los pequeños, lo que puede ocasionar desde problemas de conducta, hasta de salud.

¿Cómo saber si lo estás consintiendo demasiado?

Si dices que sí a varios de estos puntos… Tenemos que poner manos a la obra.

 1. Muerde y ladra a todo el que no seas tú. No deja que nadie se acerque a ti, mucho menos alguna otra mascotita.

2. Te exige que le des comida y no para hasta que recibe algo.

3. Invade tu espacio personal hasta límites insospechados. Duerme contigo y ocupa toda la cama sin dejarte ni un huequito.

 
 

4. Tiene más ropa que tú.

5. Gastas grandes cantidades de dinero al mes en sus “caprichos”: ya sean regalitos para comer, accesorios y/o ropa.

6. Es muy escrupuloso. No le gusta ir al parque, pisar el pasto o que otros perros se acerquen a él.

7. Tiene celos de otras mascotas o niños que haya en casa. Tu pequeño está tan mimado que cree que tiene que ser el primero -o el único- en recibir mimos y atenciones en casa.

8. Cada que vas a dejarlo solo en casa llora o ladra.

9. Hace pipi y/o popo donde quiere. Para él cualquier rincón de la casa es útil.

10. Casi casi se creen personas. No juegan con sus juguetes, ni les gusta relacionarse con otros perritos.

¿Qué tal, a cuántos puntos dijiste “sí”?

Además de cariño y atención, nuestras mascotas también requieren de disciplina. Sigue leyendo y te contaremos cómo lograrla…

1. Sé consistente

Esto es clave con cualquier tipo de entrenamiento de obediencia. Cada vez que tu cachorro haga algo deseable (incluso si no es durante una sesión de entrenamiento), recompénsalo con elogios entusiastas y un premio ocasional: este estímulo hará que sepa con rapidez lo que está haciendo bien. 

Cuando haga algo indeseable dile un "no" fuerte y firme. Atraparlo en el acto y corregir el comportamiento de inmediato es la mejor manera de mostrarle la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Como en esta ocasión no recibirá un premio; será más sencillo para él saber que su acto no fue adecuado.

2. Redirige el comportamiento inapropiado

Llama la atención de tu perrito cuando haga algo inapropiado. Puedes usar un "no" fuerte y firme, o intentar usar un sonido grave como "alto".

Cuando te mire, enséñale un comportamiento alternativo aceptable o busca la distracción. Por ejemplo, si lo descubres masticando un zapato, llama su atención y dale un juguete para masticar.

3. Elogia el comportamiento correcto

Cuando cambie su atención al juguete para masticar, elogia su comportamiento. Usa una voz optimista y aguda para decir cosas como "¡muy bien!" Recompénsalo con caricias tranquilas o su premio favorito.

4. Usa premios

Es una buena idea comenzar el entrenamiento de tu pequeño con un rico manjar como recompensa por su buen comportamiento. Con el tiempo, disminuye la cantidad de premios que usas y aumenta la cantidad de elogios verbales y físicos como recompensa.

Esto es importante:

No lo humanices. Esto quiere decir que no lo trates como a un niño pequeño. No lo consientas, no permitas que gobierne sobre ti (sí, entendemos que no es sencillo). Marca unas rutinas y cúmplelas, sé firme. Aunque te parezca que estás obrando mal, esto le ayudará a sentirse seguro y feliz.

 
 

¿Te preocupa que sea un perrito feliz? De esta manera puedes saber si lo es:

  • Mueve la cola: Cuando tu pequeñito se alegra, mueve la cola de un lado a otro recorriendo un ángulo de unos 120º. En los perros de cola corta o enroscada o a los que se les ha cortado, la clave está en el inicio de la cola. Muchas veces, los canes de cola corta no solo mueven la cola, sino también toda la parte trasera del lomo.

  • Es juguetón: Los comportamientos juguetones como las carreras en círculo, los ladridos breves o los juegos, dejan ver que un perro se la está pasando en grande.

  • Te incita a jugar: Podrás ver que tu mejor amigo está bien si pide jugar. Ellos hacen esto, por ejemplo, cuando dan saltitos con las patas delanteras hacia arriba. Deja que te contagie su alegría y juega con él, ¡diviértanse juntos! Pero recuerda que las invitaciones al juego deben surgir sobre todo de ti, tú eres el guía.

  • Centra su atención en ti y en las tareas: Si cuidas que tu pequeño esté ocupado de una forma apropiada para su especie, para que pueda desarrollar todo su potencial, entonces, lo notarás en su atención hacia ti y hacia la tarea: estará feliz por jugar y por estar contigo. Se trata de una alegría relacionada con la situación que está viviendo.

  • Adora las caricias: Una señal de que un perro está contento es que se acerca a las personas con las que convive buscando mimos.

  • Busca la cercanía: Si tu perrito procura estar cerca de ti, suele ir a tu encuentro y le gusta tumbarse a descansar en donde tú estás, es evidente que se siente feliz a tu lado. Reposar o dormir cerca de ti es una prueba clara de que está a gusto contigo.

  • Te da la pata: Este gesto puede representar cierta exigencia; cuando un perro da la pata, puede ser su manera de pedir algo o de intentar calmarte, pero suele ser un indicativo de que se alegra de estar contigo.

  • Reacciona cuando llegas a casa: Por último, pero no menos importante… Cuando entras por la puerta, tu perro muestra claramente que se alegra de volver a verte. Los perros pueden tener ese sentimiento de “¡por fin!” aunque solo hayas estado fuera 20 minutos (o hasta menos). A veces, se ponen tan contentos que parece que no te hubieran visto en años. No te sorprendas por esto, es una señal inequívoca de que lo estás haciendo bien.

 
 

¿Tú cómo consientes a tu perrito? ¿Has logrado alcanzar un punto medio? Nos gustaría mucho leer sus experiencias, seguramente serán de gran ayuda para nuestros seguidores.