Llegaron y no sabemos cuándo se irán... ¿Sabes cómo proteger de la lluvia a tus mascotitas?
Esta mañana y desde hace varios días, los habitantes de la Ciudad de México despertamos con la presencia de lluvia, lo que de inmediato nos llevó a pensar en nuestras mascotas… ¿Están suficientemente protegidos para la época de lluvias? ¿Qué necesitan?
Sigan leyendo y preparémonos todos para estos días.
Es primordial estar atentos al comportamiento de nuestras mascotas y generar cuidados adicionales frente a la temporada de lluvias. Por ello, les dejamos estas recomendaciones para proteger a los perritos durante la época:
No dejes que beba agua de los charcos: después de la tormenta, los encharcamientos en la ciudad son comunes, resultan llamativos y de fácil acceso para las mascotas. Extrema precauciones ante esta situación, el agua estancada puede estar contaminada con leptospirosis, una bacteria mortal para los perritos. Si se llega a ingerir de esta agua, o se entra en contacto a través de una herida o rasguño, podrían contagiarse y llegar a consecuencias fatales.
Protégelo de los truenos: la capacidad auditiva de los perritos es mucho mayor que la nuestra y para ellos los rayos pueden significar una amenaza y generar ansiedad. Calma a tu perrito y no lo regañes, ya que puede reafirmarse el temor ante esta situación. Identifica qué lugar le ayuda a amortiguar el sonido y hace que se sienta protegido, acondiciónalo para que sea confortable para él.
Evita paseos durante la lluvia: aun cuando tu pequeño disfrute de la lluvia y de pasear al aire libre, la época de precipitaciones no es la mejor opción para las caminatas. La exposición a cambios de temperatura es agresiva para su cuerpo, además las gotas de lluvia disminuyen su visibilidad. Si tu perrito está acostumbrado a diversos paseos en el día, es recomendable desarrollar actividades al interior de la casa y evitar que sufra ansiedad o aburrimiento, es posible practicar juegos de inteligencia o destreza que activen su cerebro, de olfato en los que tenga que encontrar su premio o circuitos de obstáculos sencillos en tu hogar.
Sécalo bien después del paseo: si resulta imposible evitar el paseo con tu mascota, lo recomendable es realizar salidas breves y sin mucha intensidad física (además, recuerda que debido a la contigencia por la que pasamos, lo mejor es salir lo menos posible). Un factor clave tras un recorrido con tu pequeño es el proceso de secado, pues evita la hipotermia, lo cual podría causarle enfermedades como gripe y neumonía, además secar su pelo y patitas, sin olvidar sus coyunturas corporales, contrarresta la aparición del dolor de huesos y articulaciones. Además evita los hongos en la piel que pueden desarrollar infecciones graves.
Dale un espacio seco y cómodo: durante esta época aumenta la humedad en ciertos lugares. Es muy importante mantener limpios y secos todos los accesorios que tu perrito ocupa como: juguetes, utensilios y accesorios de tela, por ejemplo, su cobija o camita. Además hay que procurar que el espacio que ocupa tu mascota se encuentre libre de corrientes de aire frío.
Cuida su piel
Aunque el pelaje de nuestro perrito realiza una función de protección natural, puede suceder que los cambios drásticos de temperatura – y sobre todo la humedad provocada por las lluvias- generen hongos y bacterias que afecten la salud de su piel, por ello es necesario estar al pendiente.
Algunas razas son más propensas a tener piel sensible, entre ellas el Bulldog Inglés, Schnauzer, Shar Pei, Cocker y el Xoloitscuintle. Si eres dueño de alguno de estos ejemplares, sigue estos consejos:
Identifica si tu pequeño es de piel sensible, ya que la condición de su piel lo hace más propenso a padecer infecciones más agresivas que el resto de las razas. Esto se debe a que no hay una protección cutánea natural por parte de su epidermis.
Báñalo con shampoos que contengan ácidos grasos esenciales y ceramidas, los cuales cuidan y protegen el pelaje de tu mascota de los agentes externos. En el caso de los perritos que tienen pliegues, como un Pug o Bulldog Francés, procura limpiarlos constantemente entre sus pliegues con un paño húmedo, ya que esas zonas son las más propensas a la acumulación de bacterias. Al terminar asegúrate de secar cada pliegue con un pañuelo suave de algodón.
En caso de que la lluvia los tome por sorpresa, resguárdense en un lugar techado y considera un baño a su regreso a casa, o bien, sécalo con una toalla o secadora de pelo, cuidando siempre que la temperatura sea la adecuada, ya que las secadoras domésticas pueden alcanzar una temperatura muy alta y quemar su piel.
La nutrición juega un papel sumamente importante: verifica si el alimento que le estás proporcionando a tu perro contiene nutrientes como vitaminas del complejo B, ácidos grasos del tipo Omega 3, ya que estos ingredientes ayudarán a la renovación celular gracias al efecto de protección cutánea que brindan, además de que ofrecen un efecto anti inflamatorio.
Seguramente te estás preguntando: ¿cómo sé si mi perro está teniendo un problema con la humedad?, pues bien, algunos signos clínicos a los que debes prestar especial interés, son:
Se rasca constantemente y más de lo habitual, sobre todo en zonas como el oído.
Muerde sus patas o las lame más de lo normal.
La piel puede cambiar de tono y verse enrojecida.
Aparecen erupciones en la piel.
Muestra caída del pelo, mucho más que en una renovación natural.
La temporada de lluvias no debe ser una época de sufrimiento y ansiedad para tu perrito, mucho menos una limitante para convivir y disfrutar de su compañía, en este sentido la recomendación más importante es generar cuidados especiales para ellos y así seguir teniendo perros sanos, seguros, fuertes y felices.