Tú eres su Líder, demuéstraselo correctamente
Quienes tenemos mascotitas sabemos que ellos son los reyes de la casa, los consentidos y más amados, pero una cosa es apapacharlos y otra muy diferente que ellos te pasen por encima o quieran hacer lo que les plazca. Como propietarios de un perrito debemos comprender que ellos son animales que desde sus orígenes han vivido en manadas y por instinto quieren demostrar que son los más fuertes.
El rol del “alfa” está bien definido en un grupo de perritos y es importante para su desarrollo social; lo que necesitamos hacer con nuestro pequeño es ayudarle a entender que nosotros, como sus propietarios responsables, somos “el líder de la manada” y simplemente por esto debe respetarnos y obedecer las reglas que le pongamos.
Si eres el líder en tu familia automáticamente te conviertes en el líder para tu perrito, como si fueras su jefe, pero es importante comprender que él tendrá solamente un líder alfa. Aunque en casa haya cinco personas y todos quieran ser su dueño, solamente identificará a uno como el líder alfa. Esto no significa que será irrespetuoso o desobediente con los demás, más bien él verá a un solo miembro de la familia como líder.
Para convertirte en el jefe de la manada, debes ser firme, enérgico y algo frío en las indicaciones que das a tu pequeñito, pero lo más importante es nunca recurrir a la violencia o agresión. Es necesario comprender que se trata un animalito y no puedes humanizarlo. Por muy inteligente que sea, debes enseñarle sus errores de un modo sencillo para que entienda en qué se equivocó. El momento de corregir estas conductas es justo cuando tu pequeñito ha hecho algo mal, será más sencillo para él asociar la acción que realizó con la llamada de atención para no repetirla en un futuro.
¿Sabes cuáles son los comportamientos dominantes de tu perrito?
Una actitud dominante se origina cuando nuestro pequeño quiere dirigir todo lo que sucede a su alrededor, busca tener el control y liderar porque no hay nadie más que ocupe ese nivel de jerarquía. Es tu responsabilidad poner mucha atención ya que no siempre se trata de retar al líder para ocupar su lugar, en ocasiones podemos permitir ciertas actividades por comodidad de nuestro compañerito y para que tenga cierta libertad, como el dejarlo dormir con nosotros o que vaya delante en los paseos para curiosear.
Te dejamos la siguiente lista para que puedas identificar algunas actitudes dominantes que puede presentar tu perrito:
Ser muy terco o demandante.
Sentarse sin permiso en lugares altos.
Ladrar o gruñir cuando se te acerca alguien.
Empujarte con sus patitas.
Desobedecer órdenes sencillas.
Empujarte los juguetes para que juegues con él.
Caminar siempre delante de ti.
Querer salir primero de la casa.
Ponerse encima de ti si estás sentado o acostado.
Aullar o gruñir cuando le das algunas órdenes.
La lista podría ser más larga y es posible que tu perrito no realice todas estas acciones, pero te puedes dar cuenta de algunas por la manera en que se comporta día a día.
A veces vemos esto como cosas particulares de su personalidad, casi tiernas, aunque lo mejor es que le enseñes que tú eres quien manda. Además un perrito se siente más seguro cuando sabe qué órdenes debe cumplir y cual es el rol que cumple en la manada.
Pero tranquilos, estos actos se pueden corregir.
Casi todos los problemas de agresividad, dominancia, fobias o destrozos pueden tratarse con éxito gracias a terapias específicas en función de la problemática y carácter de nuestro querido lomito, tomando en cuenta el carácter y forma de vida de los propietarios. Ten en mente que tú eres y serás el líder desde el primer día que la mascotita llega a casa, él confía en ti; sin importar que sea de edad avanzada aún tiene oportunidad de aprender, lo único que puede pasar es que tardemos algo más de tiempo en conseguir resultados debido a que sus comportamientos están muy arraigados.
Para poder modificar las acciones dominantes de tu mascotita debes poner en práctica y perseverar con los siguientes consejos:
Lo más importante es estar calmado y ser asertivo pues los perritos pueden percibir tu ansiedad, nerviosismo o enojo; son conscientes del momento en que tu comportamiento cambia. Cuando estás ansioso gritas y te desesperas rápidamente, tu perro lo interpreta como que él debe ser quien tiene que tomar el mando. Entre más tranquilo sea tu comportamiento, más fácil será para él comprender y seguir tus órdenes.
Siempre es necesario establecer límites y reglas acerca de lo que tu perrito puede y no puede hacer en la casa, los espacios donde puede estar y en qué momento está permitido que suba al sofá o a la cama; desde este punto empezará a entender que tú tienes el mando.
Dentro de la manada siempre el líder es quien quiere comer primero, entonces debes aprovechar la hora de la comida para establecer una regla especial de comportamiento para cuando la familia esté en la mesa; no permitas que tu perrito ande cerca cuando haya alimentos ni le compartas un poco aunque se encuentre calmado. Debes dar la indicación para que se acueste en su camita, se siente en su lugar o descanse en el piso. Cuando sea su turno, entrégale su alimento solo hasta que esté quieto, dale la orden para que se siente hasta que su platito esté en su lugar y solo entonces pueda comenzar a comer.
A la hora del paseo siempre sal de la casa tú primero, no permitas que se te adelante y si trata de hacerlo entonces detenlo, regrésalo a la casa y dile “NO” enérgicamente. Cuando se quede tranquilo, sal de la casa y permite que él salga después. Utiliza el mismo método cuando ya estén fuera para que él camine a tu lado y no delante de ti.
Cuando sea momento de jugar es importante marcar el inicio y el final de la actividad, debes ser tú quien dé el banderazo de salida para los juegos y que tu perrito entienda que el momento para terminar es cuando se lo indiques. Trata de evitar que te ladre, muerda o empuje, ya que esto puede propiciar un reto a tu jerarquía.
También puedes utilizar la hora del ejercicio para que tu compañerito libere su energía corriendo y saltando, así estará más tranquilo cuando regresen a casa. Un perrito con exceso de energía es más difícil de controlar y complica la tarea para que te respete como líder.
Sé firme ante su exigencia de atención, cuando te ladre o te rasque con su patita, no lo mires ni lo toques, así entenderá cuándo es el momento indicado para que lo acaricies y lo consientas. Aceptará ser relegado a otro lugar de importancia y va a aprender que solo ante tu llamado debe acudir para recibir caricias y mimos únicamente si está tranquilo.
Cuando te encuentres con la familia, vecinos o amigos, recuerda no darle a tu perrito más privilegios que a las personas, debes enseñarle que los humanos tienen una jerarquía más alta que él y por lo tanto debe respetarlos, así sean bebés o personas mayores.
Finalmente (y no menos importante) refuerza positivamente el buen comportamiento de tu lomito. Cuando siga correctamente las indicaciones puedes darle amor, caricias y un premio. Darle premios y el tiempo que pasas con él, será la recompensa más grande que puedes ofrecerle.
Como te puedes dar cuenta, todas son normas sencillas que se realizan sin tanto problema y que tu perrito puede comprender fácilmente. Trabajando día a día ten por seguro que tu compañerito aprenderá muy pronto quién es el alfa y crearás un ambiente seguro para él donde no detecte ningún peligro, así estará relegado de cualquier responsabilidad para que viva feliz y tranquilo en casa.