15 Pasos para que tú y tu mascota se muden sin estrés
Los animales domésticos, como los perros y los gatos, suelen ser muy sensibles a los cambios que se producen en su entorno, estresándose e incluso enfermándose ante cosas como la llegada de un bebé o de otra mascota o una mudanza.
Para los perros el hogar es uno de los lugares más importantes.
Allí es donde se sienten cómodos y pueden resguardarse de cualquier mal del exterior.
Al cambiarnos de casa los olores y lugares habituales para él se ven alterados, lo que hará que no se sienta tan cómodo y protegido como en su hogar anterior. Depende entonces de nosotros que nuestra mascota pueda acostumbrarse a la nueva casa, para que no se encuentre demasiado nervioso y pueda llegar a sentirse igual de feliz como anteriormente.
¿Por qué una mudanza afecta a los perros?
Los perros no solo son animales de costumbres, sino que también son territoriales, por lo que un cambio de casa implica para ellos abandonar el que ya han marcado como su territorio, para adentrarse en otro completamente nuevo.
Es perfectamente normal que este nuevo territorio le provoque estrés y nerviosismo, pues estará lleno de olores y sonidos que le son completamente desconocidos, y frente a los cuales no tendrá nada que le brinde una sensación de seguridad. Esta sensación puede aumentar si hay otros perros en el vecindario, pues sentirá que se encuentra en el territorio de ellos.
También puede que trate de responder a la presencia de esos otros perros con ladridos o visitas constantes a las ventanas para ver qué ocurre fuera.
¿Cómo preparar a tu perrito antes de la mudanza?
Lo importante es hacer que todo transcurra progresivamente para evitar que tu amigo de cuatro patas pueda sentirse ansioso o estresado.
Los perros tienen excelentes mecanismos de adaptación, sobre todo porque son criaturas sensoriales que perciben lo que les rodea a través de los sentidos, principalmente mediante el olfato.
Paso 1: Visita el nuevo lugar antes
Para ellos las costumbres también son muy importantes, así que una recomendación es - que si está dentro de tus posibilidades - hagas que tu mascota visite el nuevo lugar antes de la mudanza como una especie de momento de reconocimiento. Dale un tiempo para que recorra todo el lugar y lo olfatee antes de mudarse definitivamente.
Paso 2: Prepara el medio de transporte
Prepara con anticipación el medio de transporte en el cual será trasladado el animal. Debe ser cómodo, ventilado e ir acompañado de ti o de alguna persona en la que el perro confíe. Si no está acostumbrado a viajar en un kennel, practica unos días antes para que se sienta seguro en él.
Paso 3: Nueva placa de identificación
Muy importante: adquiere una placa de identificación con la nueva dirección y realiza un chequeo general de su salud.
Paso 4: No laves ni cambies su casa
No laves ni cambies su casa, cama o cobija, pues los olores viejos le harán sentir más seguro cuando se encuentre solo en el nuevo entorno.
Paso 5: Mismo horario de paseos
Trata de mantener sus horarios de salidas y paseos, pues un cambio repentino irá generando ansiedad en el perro.
BONUS
Trata de mantenerte calmado con respecto a la idea de la mudanza, pues tu nerviosismo puede afectar el estado de ánimo del animalito, haciéndole creer que ocurre algo malo.
Si la mudanza es lejos del antiguo lugar de residencia, es probable que implique un cambio de médico veterinario.
Reúne toda la historia clínica de tu mascota, vacunas, enfermedades que ha tenido, etcétera y guárdala en un lugar seguro para no perderla durante la mudanza.
¡Llegó el día! Y ahora, ¿Qué hacemos?
Llegó el día de la mudanza y es su primer día en la nueva casa.
Paso 6: No pierdas sus cosas
Recuerda muy bien dónde colocaste las pertenencias de tu pequeño y colócalas en tu nuevo hogar lo antes posible.
Paso 7: Dale un lugar especial en la nueva casa
Busca un lugar especial para tu pequeño y ponle allí desde el principio su plato con agua, junto a su cama y juguetes. De este modo identificará que ese es su nuevo lugar.
Paso 8: El viejo truco de la camiseta vieja
Otra recomendación es dejarle una camiseta vieja tuya a modo de manta para que vaya acostumbrándose al nuevo hogar.
Paso 9: Siembra premios por la casa
Puedes esconder premios y golosinas en distintos sitios de la casa, para que se divierta buscándolos y explorando al llegar. Recuerda que el “searching” o sembrado es una de las actividades más recomendables para relajar a un pequeño.
Paso 10: ¡No lo dejes solo!
Al llegar no lo dejes solo, por ejemplo para ir a comprar algo, pues esto solo lo pondrá muy nervioso y no sabrá cómo actuar en ese ambiente nuevo.
BONUS
Puede ocurrir que orine dentro de la nueva casa. Intenta evitarlo pero sin regañarle, es una actitud totalmente normal en perros.
¿Y después de la mudanza?
Paso 11: Diferente hogar, mismas reglas
Desde el principio, asigna las reglas sobre los sitios en los que puede estar y en los que no. Debes seguir siempre la misma lógica para no confundir a tu perro.
Paso 12: No aisles a tu mascota
Coloca su cama o cobija en un lugar cómodo y limpio de la casa, preferiblemente con poco tráfico de persona, pero no lo aisles. Haz lo mismo con el agua y la comida, ubicándolos en sitios de fácil acceso para tu perrito.
Paso 13: Nuevo reconocimiento del vecindario
Poco a poco, pasea con él por el vecindario nuevo. Al principio, deberás mantener en lo posible el mismo horario de paseo, para que pueda acostumbrarse lentamente a los cambios que necesites realizar en esta rutina. Si no te es posible mantener el mismo horario de paseos, por cuestiones de trabajo, por ejemplo, deberás ir modificándolo poco a poco antes de la mudanza, sin que esto afecte el mecanismo de evacuación del animal.
Paso 14: Deja que haga nuevos amigos
Si quiere acercarse a otros perros que podrían ser sus nuevos amigos caninos, deja que lo haga, por supuesto bajo tu supervisión para evitar momentos desagradables.
Paso 15: Explora el nuevo vecindario
Conoce los parques y lugares seguros a los que pueden ir a pasear juntos y jugar con otros perros.
Los juegos lo ayudarán a distraerse y a comprender que el nuevo hogar es bueno para él.
¿Tienes un gato?
Los gatos suelen ser más temerosos y desconfiados que los perros, si tu gato no está acostumbrado a salir a la calle, es muy importante que lo mantengas en un lugar donde no pueda escapar por miedo a la mudanza (ruidos, personas, etc) puede ser un cuarto cerrado, donde pondrás su alimento y arenero.
Por el contrario, si tu gato está acostumbrado a salir a la calle solo debes monitorear dónde está mientras llevas las cosas a tu nuevo hogar, recuerda que suelen volver a su casa después de jugar.
Si es un gato pequeño la adaptación es más rápida, por lo tanto puedes llevarlo a la nueva casa a que explore cuidando que no se lastime mientras te mudas.
Los gatos adultos suelen tardar más para la adaptación, por lo tanto es recomendable que lo lleves cuando la mudanza haya terminado, así no se estresará con tanto movimiento de cosas y gente.
Igual que en el caso del perro, una vez te hayas instalado asigna un lugar para su cama y sus platos de comida y agua, pero principalmente asigna un lugar a su arenero, esto es de suma importancia, ya que si mueves constantemente su arenero, tu pequeño hará sus necesidades en otros lugares por el descontrol que provocas con los cambios.
No dejes que salga los primeros 3 días solo, algunos gatos intentan regresar a su antiguo hogar y en el proceso puede salir herido o perderse.
No cambies su rutina de alimentación para que su adaptación sea más rápida, no olvides colocar cerca sus juguetes para que se familiarice con su nuevo hogar.
Ten en cuenta que el estrés en los animalitos será normal durante unos días, pero si se prolonga y se transforma en una conducta problemática, por ejemplo ladrando o mordiendo, o si se manifiesta de forma física, mediante vómitos y diarrea, entonces es momento de acudir al veterinario.
Ahora sí, todo listo ¡A disfrutar del nuevo hogar se ha dicho!
¿Has pasado por esta experiencia? Nos encantaría saber cómo te fue, ¡cuéntanos en los comentarios abajo!