Recordando a un Grande
Grande, fuerte y de un corazón enorme, así era Zeus
Un hermoso Dogo de Burdeos que llegó a la familia el 13 de septiembre de 2009 con apenas unos meses de vida para llenar de amor todos los rincones de su casa. Este cachorrito tenía una encomienda muy especial: cuidar al más pequeño de la familia, Matías, un pequeño Maltés. Sin embargo, tenía tanto para dar que no se limitó a eso y dedicó su vida a amar y proteger a su familia, en particular a su dueño.
Su llegada fue muy especial. La familia no quería a un integrante cualquiera sino a uno protector y amoroso, por ello su búsqueda fue planeada y esperada con paciencia.
Entre muchos él fue el elegido y como tal, vivió siempre.
Zeus contó con una educación privilegiada, especial para él. Su aprendizaje fue fácil, rápido y extraordinario ya que era muy inteligente y observador.
Para Zeus socializar era fácil, lo hacía de manera natural con otros perros, sin importar su tamaño y con niños también. Fue un buen guardián, analítico de las situaciones que le parecían extrañas y siempre estuvo pendiente para defender a los suyos con tan solo una mirada. Sus juguetes favoritos eran las pelotas chillonas con las que disfrutaba enormemente jugar con su papá. Además, era antojadizo y selectivo. Le encantaban los tamales y las orejitas de pan, pero eso sí, solo en el momento que él lo decidía.
De carácter fuerte pero bonachón, este hermoso peludo sabía controlar a sus hermanos.
Si algo le molestaba era que le hicieran algo a su hermanito Matías y ni qué decir de su papá, su todo. Pese a ser muy fuerte, Zeus llegó en dos ocasiones al quirófano. Una vez enfermo de cáncer y otra por una cirugía de rodilla, sin embargo, su estoicismo y valentía fueron más grandes y con la ayuda de sus médicos salió adelante y siguió siendo el mismo fortachón de siempre.
Era fanático del agua – algo extraño en su raza – le encantaba nadar y una de sus máximas travesuras era regresar a la alberca cuando ya estaba seco, pues como buen perro juguetón lo importante era disfrutar el momento, más si se trataba de quitarse el calor.
Cuando era pequeño, le temía a las películas de terror, pero también tuvo sus favoritas: “Rescate en la Antártida” y “Bolt”, que podía verlas sin ninguna distracción.
Hizo mucho por Animal Rest, además de ir a “trabajar” con sus papás a Expo Can en varias ocasiones.
Se convirtió en la imagen de la empresa. Hoy miles de urnas de cerámica con la impresión de la huella de Zeus, son la última morada del mismo número de grandes compañeros.
Aunque nunca fue su intención ser una celebridad, tuvo varias apariciones en televisión.
En una ocasión fue entrevistado junto a su dueño en Cadena Tres.
El público le temía y corría de su paso sin saber que el tamaño de Zeus, era el reflejo de su gran corazón, y aunque muchos pensaban que era un perro bravo y gruñón, su alma bondadosa recibía caricias de cualquier persona sin ningún problema.
Tenía una mirada incomparable con la que transmitía seguridad, protección, complicidad, obediencia y sobre todo amor.
Zeus partió hace un par de meses dejando un gran ejemplo de templanza, lealtad, amor y alegría y aunque no lo volvamos a ver en los patios y pasillos, ni escuchemos sus pasos a nuestro alrededor, sabemos que su cariño siempre nos acompañará.