Perros de Servicio, de Terapia y de Soporte: ¿Por qué es importante que sepas la diferencia?
Hoy es cada vez más común escuchar los términos: Perro de Servicio, Perro de Terapia y Perro de Soporte o Apoyo Emocional, pero ¿sabemos a qué se refiere cada uno?
Esta semana les hablaremos de su importancia.
Los perros de servicio son aquellos que están entrenados para hacer alguna tarea específica
Es decir, que ayudan a una persona con algún tipo de discapacidad o problema ya sea físico o mental a realizar algo que no podrían hacer solos y hacerles la vida más fácil. En esta categoría entran los perros guía, los que jalan sillas de ruedas, los que ayudan a sus dueños sordos y los alertan de sonidos, los que pueden abrir puertas, el refri o incluso recoger cosas que se caen al piso para personas en sillas de ruedas o con algún problema motriz y los Perros de Alerta Médica que pueden detectar cuando sus dueños están por tener algún tipo de malestar o convulsión.
Los perros de servicio son de gran ayuda para estas personas, los necesitan para sobrevivir. Además, tienen permiso de ir a donde sea que vayan sus dueños pues son lo que les permite poder integrarse a la sociedad sin estar en peligro.
Los Perros de Terapia son aquellos que están entrenados para trabajar en instituciones como escuelas, asilos y hospitales para ayudar emocionalmente a las personas
Estos perros deben ser capaces de poder interactuar con muchas personas a la vez, mientras que un perro de servicio está entrenado para sólo responder a su dueño.
Animales de Soporte y Apoyo Emocional
Esta es una clasificación relativamente nueva y se refiere a aquellos animales que le dan soporte emocional a sus dueños. Esto quiere decir que los ayudan a trabajar con miedos, inseguridades, estrés, depresión o cualquier otro tipo de padecimiento psicológico.
La diferencia con los Perros de Servicio Psiquiátrico, es que éstos no están propiamente entrenados para hacer algo por sus dueños, sólo los ayudan con su presencia, la que les da seguridad, confianza y paz.
Volar en avión representa un gran temor para muchas personas, es por este motivo que cada vez más aerolíneas del mundo permiten a sus pasajeros viajar junto a sus mascotas como apoyo emocional y así poder vencer el miedo a volar.
En México, esta figura no es reconocida por la ley, sin embargo, distintas aerolíneas sí la contemplan en sus reglamentos. Tal es el caso de Volaris y Viva Aerobús.
Para que un animal sea certificado como soporte emocional no requiere de un entrenamiento especial, como los perros para gente con discapacidad visual, sólo necesita ser entrenado de manera básica para que pueda viajar sin problemas en el avión con el resto de los pasajeros.
Ahora que ya hemos visto las diferencias, queremos contarles una experiencia que tuvimos hace unas semanas…
Fuimos de visita en la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos I.A.P., sin duda una experiencia muy enriquecedora porque pudimos hacer ejercicios que nos permitieron hacer consciencia de la importancia de nuestra vista y de lo valiosos que son los Perros Guía para las personas con discapacidad visual.
Esta escuela es la primera en México y América Latina, lo cual nos llena de orgullo. Se trata de una Institución de Asistencia Privada fundada para criar, educar, entrenar y donar Perros Guía para Ciegos y brindar Rehabilitación Inclusiva a personas con discapacidad visual.
Además, son parte de la Red por la Inclusión de Personas con Discapacidad Visual
Como les contábamos, hicimos un par de ejercicios que nos permitieron estar en los zapatos de las personas con discapacidad visual. ¿Alguna vez han hecho algo totalmente a ciegas? Pues nosotros desayunamos de esa manera.
El ejercicio consistió en hacer parejas, en la que uno de los integrantes debía cubrirse los ojos con un antifaz y el otro usaba unos lentes que limitaban muchísimo su campo visual, él era el encargado de guiar a su compañero.
Al principio fue gracioso, mi compañero me estrelló en la pared porque no sabía cómo decirme hacia dónde caminar y solo dijo “por aquí”, sin estar consciente de que yo no veía. Y el punto fue ese, ¿somos conscientes de que tenemos ese privilegio?
Era raro buscar el plato y los cubiertos a tientas…
Tratar de encontrar la taza de café con mucho cuidado para no quemarse, comer sin ensuciarse.
Después, pudimos descubrirnos los ojos, todo volvió a la normalidad y tuvimos una plática con Silvia Lozada, la fundadora de la Escuela.
Ella nos contó que su motivación para iniciar la Escuela fueron los obstáculos que vivió al necesitar desplazarse sola en la Ciudad, ya que se dio cuenta de las dificultades de acceso para entrar en transportes y lugares públicos, además de la necesidad de contar con leyes que apoyaran a las personas ciegas.
Como parte de la plática nos preguntó si alguna vez nos hemos preocupado por pensar cómo es que una persona ciega vive su día a día. Es decir, ¿sabemos cómo dirigirnos a ellos? No son “cieguitos”, son personas con discapacidad visual o personas ciegas. ¿Han pensado en lo útil que es después de ocupar un lugar en un restaurante por ejemplo, meter la silla a la mesa? Una persona con discapacidad visual podría llegar y tropezarse con ella.
Otro punto en el que nos hizo hincapié fue en el uso de algunas palabras o frases como ¿ya viste?”, “nos vemos luego”, “no lo he visto” y otras similares. Sobre ellas nos dijo que no debemos preocuparnos por su uso cuando estemos en compañía de una persona ciega, usarlas no los ofenderá ni nada por el estilo, ellos las usan también, así que no pasa nada.
¿Cómo se entrenan los Perros Guía?
Los primeros Perros Guía que se entrenaron fueron de raza pastor alemán. Posteriormente, el Labrador Retriever y Golden Retriever demostraron poseer cualidades excepcionales. De carácter dócil, fácilmente adiestrables, sin timidez ni cobardía, demuestran seguridad ante circunstancias extrañas y poseen una gran agilidad mental que les permiten tomar decisiones. Valoran muy especialmente todas las demostraciones de afecto de los humanos.
Después de las 4 semanas de edad, a los cachorros se les hacen varias pruebas para examinar sus reacciones a nuevos sonidos, entornos extraños, nuevas experiencias, etc. Poco a poco aprenden a caminar con correa, obedecer comandos sencillos y comer e ir al baño en horarios establecidos.
Una vez que ha sido cuidado por una familia adoptiva, al año de edad aproximadamente, el perro ingresa a las instalaciones de la Escuela, donde empieza su entrenamiento especializado como perro guía. En esta etapa, con una duración de 4 a 6 meses, el perro aprende a obedecer comandos, a caminar del lado izquierdo, desviando todos los obstáculos, y a portar su arnés, indispensable para su trabajo y que lo distinguirá de los demás perros: es el medio de comunicación entre el perro y su dueño. La persona ciega siente a través del arnés los movimientos que hace el perro guía.
El perro guía aprende además la -desobediencia inteligente- que significa: decidir no obedecer una orden de su amo si ésta puede ponerlos en peligro.
Lo siguiente que aprende es a subir a transportes públicos, encontrar puertas, escaleras, banquetas, sillas, y tener un comportamiento ejemplar en lugares públicos.
¿Te gustaría vivir esta experiencia?
¡Puedes hacerlo! Visita su página de Facebook y ponte en contacto con ellos para acudir a sus instalaciones. La visita tiene un costo representativo con el que estarás ayudando al mantenimiento de la Escuela.
Otra forma en la que puedes ayudarlos es haciendo uso de los servicios de su Hospital Veterinario llamado Consentidos, donde tus mascotitas tendrán acceso a consultas médicas, hospitalización y estética. De esta manera estarás contribuyendo al bienestar de personas con discapacidad visual.