Cómo dar Primeros Auxilios a las 6 emergencias más comunes en las mascotas

 
 

A veces, los accidentes son inevitables, por más cuidado que pongamos. Y seamos sinceros, aunque queramos, no podemos vigilar a nuestras mascotas durante las 24 horas del día. Por eso, aunque esperamos que no ocurra, cabe la posibilidad de que nuestra mascota sufra algún daño accidental.

Por ello, en esta ocasión les hablaremos de la importancia de los primeros auxilios para mascotas.

En caso de una emergencia actuar a tiempo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte y es por eso que conocer esta información es de vital importancia para tu perro o gato, ya que te permitirá prestar un tratamiento eficaz y adecuado a la hora de salvarle la vida.

Ten en cuenta que ninguna de las técnicas que te vamos a presentar, reemplazan la atención veterinaria que tu mascotita requiere cuando está en una situación de emergencia, pero es fundamental que las lleves a cabo para que él permanezca a salvo mientras un médico puede atenderlo.

Inmoviliza a tu mascota

 
Inmoviliza a tu mascota
 

Aunque tu perro o gato pueda poner resistencia, y tú sientas que le estás haciendo daño, inmovilizar a tu mascota es un paso muy importante al atender una urgencia. Él actúa con miedo y ansiedad y puede hacerse más daño del que está sufriendo o lastimarte a ti, por eso es importante que su cuerpo esté dócil para que tú puedas ayudarlo como se debe y no pongas en riesgo tu salud ni la suya.

Si tu mascota es un gato…

Un gato debe sujetarse con firmeza de la piel de la nuca. Cuando lo agarres, su cabeza y cuerpo deben estar alineados y es posible que su boca se abra. Esta posición puede incomodarle pero no te preocupes, no le duele ya que así es como su madre lo sujetaba de cachorro. Adicionalmente, cuando lo agarras de esta parte del cuerpo su sistema libera endorfinas que actúan como un calmante natural. Es ideal que cuentes con la ayuda de alguien para sujetarlo mientras tú maniobras. La persona que te asiste deberá, si es necesario, agarrar sus cuatro patas simultáneamente ayudando a reducir todavía más los movimientos de tu pequeño.

Si es un perro...

Para inmovilizar a un perro en primer lugar deberás cerrar su mandíbula con un bozal provisional, como el de la imagen. Es importante que hagas esto en cualquier emergencia, excepto si se trata de una obstrucción respiratoria o en la garganta. Atar su hocico evita que te muerda como respuesta de su ansiedad o miedo.

En segundo lugar deberás inmovilizar su cuerpo según la emergencia que se presente. Si es de pie, debes ubicar su cuerpo bajo tus piernas abiertas y separar su cabeza del lomo y patas. Es ideal que alguien más haga esto, mientras tú maniobras; si es acostado, sujétalo de la piel de la nuca (como a los gatos) y acuéstalo en el suelo o en una superficie plana y estable.

1) ¿Qué hacer ante un bloqueo respiratorio?

Al atragantarse con comida u otros objetos se obstaculiza la respiración. En este caso debemos conseguir que el objeto intruso salga lo más pronto posible de la traquea o garganta de tu mascota y, en lo posible, que esto suceda sin lastimarlo.

 
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Si el objeto no se encuentra muy profundo en su garganta, es decir si puedes verlo, lo ideal es que intervengas con la ayuda de alguien más. Una de las dos personas sostendrá con firmeza al perrito inmovilizándolo entre sus piernas, mientras que abre con sus manos lo más que puede la boca del perro o al gato, agarrándolo de la piel de la nuca y bloqueando su movimiento. La segunda persona deberá localizar y extraer el objeto intruso de la garganta del animal usando sus dedos o una pinza. Es recomenable usar las manos, ya que con éstas tenemos mayor control de movimiento.

Si el objeto se encuentra a un nivel demasiado profundo para ser alcanzado con las manos, lo mejor será que emplees la técnica de Heimlich, un método popular para casos similares en humanos. Para llevarla a cabo puedes estar solo, lo único que necesitas es ubicarte detrás de tu mascota, ponerla de pie y apretar su vientre (ubicando tus brazos alrededor de su torso, delante de sus patas traseras). Si es necesario repite el apretón varias veces, hasta que el objeto salga por la boca.

Cuando se ha suspendido por mucho tiempo la respiración del animal, éste puede seguir sin respirar incluso si ya se ha liberado del objeto extraño, por lo que será necesario darle respiración arti­ficial o resucitación cardiopulmonar, dependiendo de las circuns­tancias. Si el perro o gato es salvado, de todas maneras es necesario llevarlo al veterinario para que sea revisado.

2) Intoxicación

 
Comidas prohibidas para los pequeños
 

La ingesta de algunos productos puede provocar una intoxicación en tu mascota. Si crees que esto le sucedió a tu pequeño, intenta averiguar qué tomó o comió y cuándo lo hizo y mirar en el estado en el que se encuentra la mascota. Existen tres formas por las que un perro puede intoxicarse: por vía cutánea, respiratoria u oral, por lo que debemos tener claro por qué vía se ha podido intoxicar.

En caso de que tu perrito esté muy débil, casi desmayado o inconsciente, la primera recomendación es sacarlo a una zona abierta, ventilada e iluminada. Mientras, alguien deberá llamar cuanto antes al veterinario y explicarle el máximo de información posible. Si la intoxicación ha sido a través de la ingesta de algo, debes provocarle el vómito, pero no lo hagas si tu pequeño está inconsciente o desmayado, ya que podría ser muy peligroso. Tampoco le des agua, comida, leche ni aceites hasta que no sepas el problema con certeza.

Si la intoxicación se ha producido por vía cutánea, sacude rápidamente el polvo o la sustancia y baña inmediatamente a tu mascotita con agua tibia abundante y utilizando un jabón que retire bien las sustancias oleosas.

3) Mordeduras y heridas

 
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Uno de los sustos más comunes pueden ser las mordeduras entre perros, motivados por factores diversos o heridas superficiales como rascadas o cortes.

Todas ellas deben lavarse con agua y jabón y aplicar yodo o agua oxigenada. Es recomendable recortar el pelo que rodea la herida para evitar infecciones. Si la herida es grave y se presenta un caso de hemorragia debe cubrirse con una gasa y una venda elástica, a la espera de ser atendido por un especialista.

4) Hemorragias

 
Hemorragias
 

Cuando hay una hemorragia externa, debes inmovilizar a tu pequeño tal como dijimos al principio. Enseguida busca absorber el exceso de sangre con una gasa o una toalla higiénica. Luego, cubre firmemente la herida con una venda o el material disponible. Si se moja la gasa, cámbiala por una nueva.

Para controlar temporalmente un severo sangrado en cola, patas delanteras, traseras o cabeza, presiona con los dedos el punto correspondiente.

Si tu perro o gato está sangrando por la nariz, no tapes las cavidades nasales. En lugar de eso, humedece alguna tela con agua muy fría y ubícala en el puente de la nariz. Esto producirá una vasoconstricción y seguramente detendrá el flujo de sangre. Esta técnica también funciona si el sangrado proviene de los ojos. Aunque la sangre pare, es probable que provenga de una herida interna, por lo que es muy importante que lleves a tu mascota al médico veterinario cuanto antes.

5) Quemaduras

 
Quemaduras
 

Los animales de compañía pueden sufrir quemaduras por motivos como salpicaduras de aceite, excesiva exposición al sol, electrocución o contacto con algunos productos químicos.

El primer paso para curar una quemadura en perros o gatos es bajar de inmediato la temperatura de la zona afectada y proceder a higienizarla, aplicando una gran cantidad de agua fría sobre la piel quemada. Puedes utilizar una gasa limpia y humedecida para hacerlo, pero nunca frotar la quemadura. Posteriormente aplica un ungüento o pomada con antibiótico con el objetivo de evitar que se produzca una infección. Si no dispones de este medicamento, puedes suplantarlo por un poco de miel, que es un producto natural con grandes propiedades antisépticas.

Finalmente, debes proceder a vendar la quemadura. Asegúrate de utilizar una gasa limpia y cubre suavemente y sin presionar la piel afectada de tu peludito.

6) Convulsiones

Las convulsiones se caracterizan por ser movimientos espasmódicos, repetidos e incontrolados, a menudo acompañados de movimientos de masticación de la mandíbula y de salivación abundante. Cuando sufren convulsiones, los perritos suelen caer al suelo de lado y permanecer inconscientes. Si tu pequeño sufre convulsiones, no intentes sujetarle. En lugar de eso, aleja de él cualquier mueble u objeto con el que pudiera hacerse daño mientras dura el ataque.

Cuando tu pequeño se haya recuperado, llévalo al veterinario de inmediato, él sabrá qué hacer.

Botiquín de primeros auxilios

 
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Lo más recomendable es disponer siempre de algunos materiales básicos para emergencias como: vendas, algodón o gasas para limpiar heridas, un antiséptico suave y apto para perros para desinfectarlas y un par de pinzas para extraer espinas que se le puedan clavar u objetos de la boca.