DISTEMPER CANINO... ¿QUÉ TANTO SABES DE ÉL?
Sabemos que una mascotita sana es un compañero feliz, por ello debemos estar pendientes de su salud en todo momento y si lo tenemos desde cachorrito, con mayor razón.
Una de las enfermedades más peligrosas que afecta principalmente a los cachorros durante los primeros meses de edad es el moquillo canino (también llamado distemper canino), aunque también los perros de edad adulta son susceptibles. Es una enfermedad muy grave por su alto grado de contagio, es de origen viral y suele ser mortal para los perritos, afecta principalmente el aparato respiratorio, el sistema digestivo y en casos avanzados el sistema nervioso.
¿Cómo se transmite el moquillo?
Hay dos formas en las que una mascotita puede llegar a contraer esta enfermedad:
1. A través del contacto directo con un animal u objeto infectado: mediante secreciones como mocos o lágrima, o tazones de comida y agua.
2. Con la exposición al medio ambiente: cuando el perrito contagiado estornuda o tose, se liberan al ambiente pequeñas gotas contaminadas.
Cuando varios perritos conviven y uno de ellos es el portador de moquillo, es muy difícil evitar el contagio. También las personas pueden propagar el virus, debido a que éste puede quedarse en nuestra ropa y nuestra piel, lo que produce el contagio cuando entramos en contacto con un perro sano.
Principales síntomas
Los síntomas varían dependiendo del grado de infección en el cuerpo. Una vez que la mascota contrae el virus, la enfermedad pasa por dos etapas.
En la primera, los perritos presentan:
· Fiebre (de tres a seis días después del contagio)
· Pérdida del apetito
· Secreción nasal
· Secreción acuosa purulenta en sus ojitos
· Respiración lenta
· Tos
· Vómito
· Diarrea
· Dermatitis pustulosa
· Hiperqueratosis en las almohadillas de las patas y en la piel de su naricita (engrosamiento)
En la segunda etapa, la enfermedad afecta el sistema nervioso central de la mascotita y sus síntomas son:
· Inflamación del cerebro
· Espasmos musculares
· Inclinación de la cabeza
· Parálisis parcial o total
· Convulsiones
· Salivación
Esta enfermedad no tiene cura, pero una vez diagnosticada, el médico veterinario tratará cada uno de los síntomas por separado, debe incluir un tratamiento con antibióticos, medicamentos para el control de la diarrea, vómito, tos, cuidados para las secreciones en los ojos y nariz, así como medicamentos antiinflamatorios. Se recomienda que los perritos sean hospitalizados y separados de otros para evitar la propagación de la enfermedad.
Una de las mejores medidas de prevención es mantener un control adecuado con sus vacunas.
Si sospechas que tu perrito tiene moquillo, lo más importante es actuar rápido. Por eso, la principal recomendación es que lo lleves con su veterinario, para así confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento lo antes posible.
Curación de contenidos: Alma Ortega