EDIV... ¿Qué es, a quiénes afecta y qué provoca?

Hace unos días, les preguntamos qué temas les gustaría que tratáramos en nuestro blog y nos pidieron hablar de enfermedades neurológicas en perritos. Preguntamos a una experta y nos comentó que una de las más comunes es el EDIV. ¿La conocen?

 
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¿En qué consiste?

La Enfermedad de Disco Intervertebral EDIV en perritos es un problema que pueden padecer todas las razas.

Los perros de talla grande, con cuerpo alargado, como los Dachshund o Basset Hound, o de edad media a avanzada son más susceptibles.  Los sitios donde se presentan problemas con mayor frecuencia son el cuello y la región lumbar y lumbosacra (cintura y cadera respectivamente).

Los discos intervertebrales en perritos, como su nombre lo indica, son estructuras que se encuentran entre los huesos vertebrales o vértebras, los cuales a su vez forman la columna vertebral.  Éstos tienen la función de amortiguar el choque entre las vértebras y permitir un movimiento limitado a lo largo de la columna.

Cuando el disco está sano tiene una consistencia firme pero flexible, la edad o golpes repetidos pueden volver al disco más frágil y con tendencia a que parte de su material se mueva y comprima otras estructuras, las más relevantes son la médula espinal o raíces nerviosas.

 
 

¿Cuáles son los signos de esta enfermedad?

Los signos de la EDIV varían dependiendo de la ubicación y el grado de compresión de la médula espinal. En los casos leves, la mascotita puede parecer rígida o adolorida. Los casos más graves pueden provocar:

  • Dolor intenso y la renuencia a moverse

  • Dificultad para caminar

  • Caminar anormal, nudillos debajo de las patas

  • Arrastramiento de las extremidades traseras, parálisis (las extremidades anteriores también pueden verse afectadas en algunos casos)

  • Incontinencia o retención urinaria y / o fecal

  • Agresión (provocada por el dolor)

¿Cómo se realiza el diagnóstico de la EDIV?

Si tu perrito está mostrando signos de EDIV, su veterinario puede recomendar una radiografía para evaluar la columna vertebral. El médico puede administrar sedantes o anestésicos a tu pequeño para que los rayos X se pueden tomar sin causar dolor o un mayor daño a la columna vertebral. Aunque los discos (conformados de cartílago) no son directamente visibles en las radiografías, un estrechamiento del espacio entre dos vértebras puede indicar el sitio potencial del problema.

 
 

¿En qué consiste su tratamiento?

El tratamiento depende de la gravedad de los signos clínicos. Si el dolor es leve a moderado y el médico veterinario determina que tu perrito tiene una adecuada sensibilidad en las extremidades afectadas, por lo general se recomienda un tratamiento conservador. Se puede necesitar reposo estricto y confinamiento de 2 a 4 semanas o más. En este caso, es posible que el veterinario recomiende medicamentos como relajantes musculares para reducir los espasmos y posiblemente esteroides o analgésicos para reducir la hinchazón y controlar el dolor.

Si el pequeño no puede caminar, es necesario colocar una base suave bajo su cuerpo y darle vuelta (mientras se apoya la columna vertebral) cada pocas horas para evitar la formación de úlceras por presión. Asegúrate de que tu mascotita siga haciendo pipí y popo de manera normal y cambia la ropa de cama con frecuencia. Si no lo está haciendo, ponte en contacto con su médico veterinario, él te dirá qué se debe hacer.

Con un manejo conservador, muchas mascotitas se recuperan con el tiempo. Sin embargo, en algunas ocasiones los síntomas pueden acentuarse y requieren una nueva consulta con el médico veterinario. Sin embargo, debes ser consciente de que una vez que tu pequeño ha sufrido de EDIV, es muy probable que ocurra de nuevo. Toma en cuneta que debe evitarse que mascotas con antecedentes de EDIV salten, y participen en otras actividades que sacudan la columna vertebral para evitar una recurrencia de la enfermedad.

Si tu perrito ha perdido considerable sensación, la cirugía generalmente se recomienda tan pronto como sea posible. Una vez que el material del disco intervertebral se retira del canal espinal y éste ya no presiona contra la médula espinal, el pequeño recupera por lo general el uso de sus miembros en el transcurso de varias semanas.

 
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¿Se puede prevenir?

Aunque sabemos que hay factores predisponentes para la Enfermedad de Disco Intervertebral en perros, resulta  imposible predecir con certeza si nuestro pequeño puede padecerla o no, sin embargo hay medidas generales que  podemos llevar a cabo para prevenirla.

Debemos considerar que una gran parte del peso del perrito se carga sobre su espalda, por ello hay que hacer lo posible para evitar o disminuir el trabajo excesivo en la columna.

Es sumamente importante el ejercicio físico, ya que esto favorecerá un peso corporal adecuado además de fortalecer los músculos que dan sostén a la columna. El ejercicio debe ser moderado, evitar ejercicio de impacto como saltos de muebles, escaleras en exceso, saltos que impliquen cambios de posición en el aire y por supuesto golpes a la columna.
Se recomienda la caminata o trote ligero en superficies como pasto o asfalto. Idealmente la caminata debe ser sostenida por 20 o 30 minutos, 2 veces al día, si nuestro perro no está acostumbrado hay que iniciar de manera gradual.

Debemos mantener a nuestro perrito en peso adecuado, evitando la obesidad. Está comprobado que la mejor nutrición se encuentra en alimentos balanceados como las croquetas, pero es importante manejar la cantidad adecuada. El médico veterinario puede orientarte al respecto.

 
 

Recuerda, como en todas las enfermedades, siempre es mejor prevenir, esto implicará menor sufrimiento para nuestras mascotitas. Si comienzas a ver signos de EDIV en tu pequeño, atiéndelo lo más pronto posible, así aumentarán las posibilidades de recuperación.












































































Iliana DelgadilloComentario