Los perritos son capaces de experimentar miedo al igual que nosotros y pueden reaccionar de diferentes maneras ante una situación que les genera estrés o si sienten que su vida está en peligro. Ellos pueden temer a muchas cosas como a otros lomitos, personas, objetos extraños, a la calle y sobre todo a ruidos muy fuertes. Este último punto es realmente importante ya que es el origen de muchas malas experiencias de nuestros mejores amigos, en especial cuando se trata de pirotecnia o los truenos cuando estamos en época de lluvias.

Básicamente el miedo es una emoción que también las mascotitas perciben ante un peligro inminente, pero es importante ponerle mucha atención porque puede desencadenar episodios de ansiedad y fobias. Éstas últimas suelen provocar una reacción muy difícil de controlar aunque no se trate de un peligro real. Estos miedos se originan cuando tuvieron un período de socialización deficiente y desconocen muchas cosas de su entorno, además está la predisposición genética y las malas experiencias vividas.

Adicionalmente nuestros mejores amigos cuentan con una capacidad auditiva mucho mayor a la del ser humano y, como lo platicamos en la entrada anterior, pueden percibir con mayor claridad cualquier tipo de sonido. Es por esta razón que los sonidos muy estridentes les provocan un gran sufrimiento y ataques de pánico, lo que provoca que quieran huir si hacer caso a sus propietarios para que se tranquilicen, incluso también pueden sufrir por una taquicardia y en casos muy extremos, llegar a perder la vida.

Se trata de una fobia o miedo extremo

Con los cambios en el clima llegan las lluvias y lamentablemente para los peluditos también se presentan rayos y truenos. Es muy común que al sentir el cambio de temperatura o al escuchar las primeras gotas, ellos comiencen a comportarse diferente, caminando de un lado a otro, bostezando cada cierto tiempo, lamiendo o mordiendo su cola y patitas. Pero si ya lluvia es más intensa, vienen los relámpagos y los fuertes truenos que tanto atormentan a nuestros mejores amigos.

A este miedo irracional hacia los truenos en la lluvia se le conoce como Brontofobia y aunque el origen en cada canito puede ser diferente, es probable que ellos se sientan muy incómodos bajo esta situación. Por lo general las fobias se pueden tratar y es indispensable prestarles mucha atención. Lo más recomendable es que ellos se acostumbren desde cachorros a estos fenómenos naturales y que aprendan que esto no representa un riesgo para su bienestar.

Un padecimiento fácil de identificar

Cuando un lomito está aterrado por la lluvia y los truenos es muy sencillo detectarlo, se trata de un cambio radical en su temperamento. Regularmente pueden comportarse de la siguiente manera:

• Esconden la colita entre las patas

• Colocan las orejas hacia atrás

• Agachan o encorvan el cuerpo

• Tratan de esconderse bajo los muebles

• Tratan de escapar por alguna puerta o ventana

• Bostezan mucho, se relamen o se acuestan encogidos

• Presentan rigidez muscular y temblores

• Se orinan en cualquier lugar

• Se muerden la cola, las patas o se lamen

¿Cómo puedes ayudarlos?

Si están justo en el momento de la lluvia y los truenos, lo mejor que puedes hacer es llevarlo a uno de los lugares más tranquilos de la casa, un cuarto cerrado y silencioso, un lugar sin ventanas o un espacio donde se pueda sentir cómodo. Para ayudar a tranquilizarlo puedes poner música relajante y recostarlo en una cobija o cama suave, tratando de que preste más atención al lugar en que se encuentra y no al ruido del exterior.

También es muy recomendable el uso de remedios naturales pues han dado excelentes resultados como método de apoyo para reducir la ansiedad y malestar que sufren los canitos.

Con el respaldo de un etólogo puedes comenzar un proceso de desensibilización que consiste en conseguir una grabación con el sonido de la lluvia y truenos. Poner el audio en el celular o una bocina y después comenzar a jugar o correr con tu peludito. El objetivo es que la grabación de la lluvia quede en segundo lugar de atención, que él mantenga su interés en ti y las actividades que realizan en el momento. Puedes hacerlo durante unos minutos y si ves que está tranquilo podrás darle premios y cariños; si comienza a asustarse y no presta atención deberás quitar la grabación y esperar a que se tranquilice. Inténtalo 3 o 4 veces al día para que vaya familiarizando el sonido de la lluvia con experiencias agradables de amor y botanitas deliciosas.

Evita regañarlo o castigarlo cuando su miedo es mayor o esté muy ansioso, esto podrá ser contraproducente y en vez de tranquilizarlo le provocarás un miedo aún mayor. Lo mejor es tener paciencia y darles mucho amor, apóyalos en todo momento y has que se sientan seguros dentro de su casa y al lado de su mejor amigo: tú.

Estos son algunos de los consejos más recomendables de veterinarios, etólogos y personas que dedican su vida al bienestar de los canitos. Si tú y tu compañerito han pasado por esta situación, nos gustaría conocer su experiencia y de qué manera han trabajado en equipo para ayudarlo. ¡Cuéntanos en los comentarios!