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Tu Canito no te ignora, solamente NO TE ESCUCHA

La humanidad está cada vez más fascinada con las capacidades físicas, mentales y sociales que los lomitos han desarrollado a través de años de evolución. Por eso queremos brindarte un poco de información acerca del oído canino y sus cualidades, pero principalmente de uno de los problemas que complican mucho la comunicación y convivencia con nuestros peluditos: La sordera.

Técnicamente, los perritos tienen la capacidad de oír frecuencias entre 10.000 a 50.000 Hz, sonidos que para el ser humano son imperceptibles y por lo tanto imposibles de captar. Pueden percibir un promedio de 35.000 vibraciones por segundo, traduciéndose en la facilidad para escuchar una conversación a una distancia de 8 metros, mientras que una persona común podría hacerlo a solo 2 metros. Es por este motivo que su audición es mucho mejor que la nuestra y de igual modo son más sensibles a ruidos muy fuertes como el de la pirotecnia.

También es cierto que la capacidad auditiva de los canitos varía dependiendo de la raza y principalmente del cómo sean sus orejas, por ejemplo, si éstas se encuentran levantadas como las del Pastor Alemán o el Alaskan Malamute, escucharán con mayor facilidad. Sin embargo, otras especies como Beagle o el Cocker, por la forma de sus orejas tendrán una capacidad un tanto reducida para captar sonidos.

Lamentablemente el oído también es uno de los órganos caninos que padecen afectaciones comunes, pues aproximadamente 20% de los pacientes que acuden al veterinario es por problemas de inflamación en el oído que puede tener como consecuencia la disminución, pérdida temporal o permanente de la escucha.

¿Qué causa la sordera en los perritos?

Los médicos veterinarios reciben muchos casos en que es posible curar la sordera de un perrito pero lo más importante es poder detectar a tiempo el padecimiento, aunque pueda resultar complicado, debes estar atento al comportamiento de tu compañerito y conocer qué les puede causar una lesión, infección o disminución en su capacidad auditiva.

El principal factor es la Otitis, la cual es provocada por una infección canina común que puede evolucionar hasta afectar el oído, teniendo como origen alguna enfermedad en la piel, alergia a algún alimento, parásitos, entre otros. También es común que los canitos orejones como el Basset Hound y con conductos auditivos estrechos como el Shar Pei tengan este malestar, por este motivo es importante poner mucha atención en la limpieza y cuidados de sus orejas.

La sordera en los perros se asocia también al uso de medicamentos que pueden tener un efecto perjudicial en la estructura llamada “caracol” que se encuentra en el oído interno, esto se conoce como ototoxicidad. Regularmente la pérdida de este sentido es temporal aunque también se han presentado casos en los que la facultad auditiva se perdió permanentemente.

Otra de las causas más importantes son los golpes en la cabeza ya que, dependiendo de la fuerza y la zona del impacto, puede provocar que la sangre ingrese en el oído interno del lomito y el mismo impacto puede provocar daños directos en la estructura interna.

La presbiacusia es una de las causas comunes de pérdida auditiva adquirida pues afecta los receptores del “caracol” y su capacidad para transmitir el sonido al cerebro. En la mayoría de los casos tiene origen por estar en un ambiente con mucho ruido o sonidos muy fuertes y en este caso es irreversible.

También existen muchos casos de pérdida auditiva congénita teniendo como consecuencia cambios degenerativos dentro del oído interno. La sordera por este padecimiento también es permanente y comúnmente hereditaria, siendo más común en canitos de pelaje blanco, con manchas o de varios colores.   

Síntomas para detectarlo

Normalmente cuando un peludito tiene problemas de oído comienza a sacudir la cabeza con frecuencia y se rasca mucho las orejas. Aunque una causa puede ser que algún objeto se encuentra dentro del canal auditivo, lo mejor será siempre acudir al veterinario lo más pronto posible.

En caso de encontrar rastros de pus estaríamos frente a una infección auditiva regularmente dolorosa y si no es atendida a la brevedad puede tener como resultado un caso de sordera. Dependiendo del origen de la infección, el veterinario solicitará la aplicación de antiinflamatorio, antibiótico o fungicida.

Si al realizar la limpieza de sus orejas vemos cerilla de un color muy oscuro o negro, podría tratarse de ácaros en la oreja o el oído. Este es un padecimiento contagioso, por lo que deberás tener mucho cuidado con la higiene y, sobre todo, si tienes otras mascotitas en casa.

Para tener un diagnóstico más preciso acerca de la capacidad auditiva de nuestros compañeritos, existe el Test BAER (Brainstem Auditory Evoked Response) el cual consiste en realizar pruebas de estimulación usando electrodos que emiten sonidos. Con esto se puede evaluar la manera en que el cerebro responde a distintos estímulos sonoros. El resultado de esta prueba permitirá al veterinario determinar si un canito tiene problemas de sordera y en qué grado.

Así debes cuidarlo…

Debemos tener cuidados especiales con nuestro lomito si sufre de sordera, ya sea unilateral o bilateral, pues no tendrá la misma capacidad de reaccionar a estímulos sonoros dentro o fuera de casa. Por eso lo mejor es encontrar la mejor manera de comunicarnos con él, principalmente a través de posturas o movimientos que le permitan entender lo que queremos decirle.

Cuando tenemos que salir de paseo debe ser siempre con su collar con plaquita y su correa, mantenerlo a la vista y soltarlo únicamente en espacios cerrados que no representen peligro para él y puedas estar al pendiente de sus actividades y juegos.

Procura ser cuidadoso para no asustarlo, cuando tengas que acercarte a él hazlo siempre de frente y caminando normalmente para que las vibraciones de tus pisadas en el suelo avisen a tu canito que te diriges hacia él.

Con un perrito que tenga un problema como la sordera siempre será necesario mucho amor y paciencia; que él tenga problemas auditivos no representa un problema para que desarrolle su vida normalmente. Si tiene tus cuidados y los que recomiende el veterinario, entonces no le hará falta nada para poder continuar con su rutina, pues él seguirá amándote como sea.