Ya inició la época de calor, ¿SABES CÓMO PROTEGER A TU LOMITO?
Una de las emergencias veterinarias más graves que puede poner en riesgo la salud de nuestros perritos es el golpe de calor, los casos de esta afectación canina aumentan conforme la temperatura de la región en la que viven y el clima del momento; por ejemplo, en estas fechas la temperatura en algunos lugares de la CDMX ha llegado a los 30°.
Y es que a diferencia de los humanos, el cuerpo de los lomitos carece de glándulas que liberan sudor en todo el cuerpo para poder refrescarse, de hecho la única forma en la que ellos regulan su temperatura corporal es transpirando a través de las almohadillas de sus patitas y con su respiración.
Los perritos de tamaño grande, con mucho pelaje, con sobrepeso y braquicéfalos son más propensos a este padecimiento ya sea por su dimensión corporal, por la dificultad para refrescarse o la complicación que tienen para respirar.
Pero… ¿Qué es un golpe de calor?
También conocido como hipertermia, ésta se clasifica como pirogénica cuando el aumento de la temperatura corporal actúa como mecanismo de defensa contra un agente externo (virus o bacterias principalmente). Por otro lado, la hipertermia no pirogénica sucede cuando hay un aumento en la temperatura corporal y no es posible disminuirla ya sea por el espacio en que se encuentran el canito, su estado de salud o las condiciones climáticas.
Considerando que su temperatura promedio es de 38.5° centígrados, un golpe de calor ocurre cuando un perrito es expuesto a una condición térmica más elevada o un ambiente mal ventilado teniendo como consecuencia el aumento de su calor corporal. Al estar entre los 39° y 40° buscará la manera de refrescarse, pero si no logra hacerlo, podría llegar hasta los 42° provocando una falla multiorgánica que en ocasiones es fatal.
Conoce sus síntomas
Aunque existen distintas causas que pueden provocar el aumento de la temperatura corporal de un lomito (incluyendo exceso de ejercicio y falta de hidratación), lo más importante es aprender a detectar algunos síntomas que lo preceden para poder actuar de manera oportuna y poner a salvo a nuestro mejor amigo.
Algunos signos comunes que se pueden manifestar son:
Aumento del ritmo cardíaco
Respiración acelerada
Calor corporal perceptible al tacto
Cambio en la tonalidad de la lengua (muy roja o azul)
Falta de coordinación al caminar
Salivación excesiva
Mareos
Pérdida de conocimiento
¿Y qué pasa con los gatitos?
De igual modo, los felinos también son propensos a sufrir golpes de calor por razones similares a las de los caninos pues comparten características similares para regular su temperatura corporal.
Pon atención a estos síntomas para poder detectarlo:
Las encías comienzan a tener un color pálido o azulado.
Dificultad para respirar o respiración acelerada.
Aumento de ritmo cardíaco.
Temblores musculares y/o vómito.
Palidez o tono azulado en la piel.
Fatiga y dificultad para moverse.
Si notas alguno de estos síntomas en tu mascotita, no pierdas tiempo y ayúdalo, pues cada momento es importante para que su salud no corra riesgo.
Así puedes ayudarlos
Si queremos auxiliar a nuestros pequeños es importante actuar rápidamente para tratar de estabilizarlo y poder bajar su temperatura. Los siguientes consejos te ayudarán para que esta situación no llegue a consecuencias graves:
Retíralos del sol o del área cálida en que se encuentran y llévalos a un lugar fresco con buena ventilación.
Trata de hidratarlos con agua fresca para que comiencen a bajar el calor de manera interna.
Comienza a humedecer el cuerpo del lomito poco a poco con ayuda de un trapo o toallita desde la cabeza, después el cuello, el torso y finalmente las patitas. A tu gatito puedes colocarlo bajo la regadera de agua que no esté muy fría hasta que notes que su respiración empieza a normalizarse.
Si te es posible, toma su temperatura para saber en qué momento llega a los 38.5° o hasta que veas mejoría en su estado.
Finalmente llévalos al veterinario para que haga una revisión de sus signos vitales y su estado de salud, solo él podrá descartar cualquier afectación que pueda tener tu pequeño.
Como siempre, es mejor la prevención
Hay distintas acciones que debemos realizar para evitar que nuestros compañeritos sufran un golpe de calor. Lo primero es ser precavido siempre y estar al pendiente de sus características especiales tales como peso, tamaño, condiciones respiratorias, abundancia y tipo de pelaje o alguna enfermedad.
Descarta definitivamente pasearlos o dejarlos en el patio en horas cercanas al medio día, sobre todo en días despejados o cuando el calor es excesivo. La hidratación es otro factor que nunca debes olvidar, pues dentro o fuera de casa necesitarán agua para refrescarse.
Por ningún motivo debes dejarlos solos en el coche aunque esté activado el aire acondicionado, en una habitación sin ventilación o un espacio en el patio o jardín donde el sol dé directamente. Siempre deben tener agua fresca y un lugar con entrada de aire o sombra donde resguardarse.
Si tu mascotita tiene mucho pelo, es conveniente que en épocas de calor lo recortes un poco y lo cepilles constantemente para tirar el que ya esté suelto, con esto ayudarás a que se refresquen más rápido.
El golpe de calor es un problema común para las mascotitas pero está en nuestras manos cuidarlas. Como propietarios responsables es nuestro deber acompañarlas, ver por su bienestar dentro de casa y también cuando estamos de paseo. Si tienes dudas o quieres un consejo personalizado para tu perrito o gatito, no dudes en visitar al veterinario. Con base en sus características físicas y de salud podrá darte los mejores tips para cuidarlos en esta época calurosa.