¿Mascotas viejitas? Protégelas de las enfermedades geriátricas
Sí, desafortunadamente no lo podemos evitar… Igual que nosotros, nuestras mascotitas se van haciendo viejitas y con ello su salud puede llegar a verse afectada.
Se considera que nuestros perritos alcanzan la 3ª edad alrededor de los 8 años (en razas grandes) y de los 10 años (en razas pequeñas). Y para el caso de los gatos, sobre los 10 años.
En esta etapa de su vida pueden comenzar a aparecer las enfermedades silenciosas. Se denominan así debido a que a veces los propietarios no se dan cuenta de su existencia, pues su aparición es en muchos casos sutil y progresiva, afectando tanto su estado de salud como su comportamiento.
Como lo importante no es que nuestra mascota envejezca, sino cómo envejece, es importante que a partir de los 6 años de vida se le realice un chequeo geriátrico anual completo para diagnosticar las enfermedades a tiempo y así poder tratarlas.
Enfermedades más comunes en perros geriátricos
Entre las enfermedades más frecuentes en perros de edad avanzada destacan las siguientes:
Enfermedades cardiovasculares
Artrosis
Tumores (mamarios, bazo, hígado…)
Cataratas
Enfermedades hormonales: diabetes, cushing, hipotiroidismo…)
Insuficiencia renal crónica
Obesidad
Hepatopatías
Síndrome de disfunción cognitiva
Enfermedad dental
Prostatitis, hiperplasia prostática benigna.
Enfermedades más comunes en gatos geriátricos
Entre las enfermedades más frecuentes en gatos de edad avanzada destacan las siguientes:
Insuficiencia renal crónica
Problemas hormonales: hipertiroidismo, diabetes
Cálculos en vejiga y/o cristales en la orina
Enfermedades cardiovasculares
Obesidad
Lipidosis hepática
Enfermedad dental.
Tenle paciencia…
Una de las etapas en las que más cambios de conducta se producen es la senior como consecuencia del declive natural en las capacidades sensoriales y cognitivas del pequeño, así como al desarrollo de enfermedades y síntomas que pueden afectar a dicha conducta.
Aunque el envejecimiento es algo natural, podemos mejorar la calidad de vida y el estado de nuestra mascotita. ¿De qué manera?
Manteniendo sus rutinas (regularidad en los paseos, comida, horarios, etc.).
Con estimulación y enriquecimiento de su ambiente a través del juego, nuevas prácticas y premios.
Prestándoles especial atención ante cambios en casa (una mudanza, la llegada de un bebé, etc.).
¿Qué edad tienen tus mascotitas? ¿Has pasado ya por la experiencia de tener a un peludito geriátrico? Nos gustaría conocer tu experiencia. Compártela en los comentarios.